Hace unos cuantos meses, en alguna columna, hacía alusión a un aforismo de la siempre acertada sabiduría popular, que reza que “Un bobo careado mata a la mamá” significando el peligro en que se convierte un obtuso o un pervertido, cuando es arrinconado por las circunstancias. Pues bien, en estos momentos tenemos todos los ingredientes para que Juan Manuel se configure como el bobo careado de la historia colombiana.
Aun cuando, el plan de entrega de nuestro país al socialismo del siglo XXI no es cualquier bagatela mal hecha en un periodo bienal, sino mas bien el producto de un juicioso y metódico estudio y trabajo llevado a cabo durante años por parte de los comunistas, tiene en este país un componente que no encontraron en ningún otro país de Latinoamérica. Siendo este subcontinente un vademécum de desastrosos gobiernos, con contadísimas excepciones, tuvo precisamente en Colombia y precisamente en su más reciente pasado, una de ellas. El gobierno del presidente Uribe, fue tan contundente en resultados, que el colombiano de a pie tiene muy bien abiertos los ojos y no se deja confundir por el canto de sirena de los castrochavistas y sabe que es perfectamente posible conseguir la paz por la vía de la aplicación indistinta de las leyes, y como en atención al moderno manual del dictador, la implantación del modelo socioeconómico que sea propicio a la dictadura comunista se debe hacer enquistándose a través de la propia institucionalidad del estado al que desean contaminar, es entonces esa misma población alerta, la que se convierte en el palo de la rueda. Haciendo un símil, el moderno comunismo es un herbicida que no actúa por contacto, sino de manera sistémica, penetrando el estado hasta ahogarlo, pero la recordación que tiene el ciudadano acerca del exitoso gobierno Uribe y los espejos en los que cercanos se observan los nefastos efectos del comunismo, hacen que la planta, en este momento, sea resistente por naturaleza a tal herbicida. Circunstancia primera que carea al bobo.
Otro factor a considerar, es que el troyano gobernante que eligieron para ser su punta de lanza, resulto un incompetente mandatario que se dedicó, gracias a Dios, en cuerpo y alma a materializar el perverso proyecto. Y digo gracias a Dios, porque otro gallo cantaría si este gobierno, paralelo al esperpento de La Habana, hubiese dado resultados positivos en materia económica y social. Afortunadamente para el largo plazo, así nos haya sumido en una profunda crisis, este es un gobierno incompetente, manejado a las patadas por dos filipichines como Juan Manuel y su escudero Vargas Lleras, que no ha generado sino desprecio y animadversión por parte de la sociedad. Circunstancia segunda que carea al bobo.
Si bien Juan Manuel es un hombre que sin duda ha tenido acceso a un alto nivel educativo, demuestra ser un completo estúpido en materia intelectual, condición manifiesta en su constante divorcio del sentido común y la lógica. El cinismo que muestra en cada declaración, es producto tanto de su enanismo ético, como de su estupidez política. Irse a divertir en el Festival Vallenato, en medio de un paro agrario que justo como lo es, también se convierte en un peligro para el orden público, es catedraliciamente estúpido. Llamar fascistas a un grupo de luctuosos solo por vestir de negro, es la estupidez en grado sumo. Declarar que es muy bueno tener de nuevo al narcoterrorista indultado Gustavo Petro como Alcalde de Bogotá, en medio de una ciudad destruida por su incompetencia y después de haber procedido diligentemente a la aplicación de su destitución, es la encarnación de la estupidez. Hacer todo lo anterior, en medio de una campaña electoral es la estupidez declarada fuera de concurso. La gente comprende entonces, que además de profariano y proclive al comunismo, que además de incompetente y filipichín, su gobernante es un perfecto estúpido. Circunstancia tercera que carea al bobo.
Así las cosas, el parricidio que piensa cometer el bobo careado, es un monumental intento de fraude para robarse las elecciones Presidenciales, que de consumarse, estoy más que seguro que desataría en Colombia, esta vez sí, una cruenta guerra. Este es un pueblo que aunque conformista y noble, es diametralmente opuesto a la mansedumbre. En manos de todos está, no permitir que el bobo careado mate a la mamá y eso se puede lograr con tres acciones. Presionar para que todos los partidos políticos en contienda, auditen el software electoral, votar masivamente por el candidato de nuestra preferencia, y en lo posible, actuar como testigos electorales y veedores de todo el proceso. Ahí estaremos sirviendo como escoltas de la mamá del bobo careado.
Rodrigo Gallo
@AlegreBengali
Ad: Además de sus otras muchas virtudes y de su impresionante plan de gobierno, el candidato de mi preferencia es Oscar Iván Zuluaga, pues es el único que abiertamente y sin cálculos electoreros, se ha declarado en férrea oposición a los diálogos de La Habana y sigue considerando a las Farc como un grupo narcoterrorista al que hay que someter al imperio de la ley por la vía que sea menester. Ese candidato me representa y me da tranquilidad.
Aun cuando, el plan de entrega de nuestro país al socialismo del siglo XXI no es cualquier bagatela mal hecha en un periodo bienal, sino mas bien el producto de un juicioso y metódico estudio y trabajo llevado a cabo durante años por parte de los comunistas, tiene en este país un componente que no encontraron en ningún otro país de Latinoamérica. Siendo este subcontinente un vademécum de desastrosos gobiernos, con contadísimas excepciones, tuvo precisamente en Colombia y precisamente en su más reciente pasado, una de ellas. El gobierno del presidente Uribe, fue tan contundente en resultados, que el colombiano de a pie tiene muy bien abiertos los ojos y no se deja confundir por el canto de sirena de los castrochavistas y sabe que es perfectamente posible conseguir la paz por la vía de la aplicación indistinta de las leyes, y como en atención al moderno manual del dictador, la implantación del modelo socioeconómico que sea propicio a la dictadura comunista se debe hacer enquistándose a través de la propia institucionalidad del estado al que desean contaminar, es entonces esa misma población alerta, la que se convierte en el palo de la rueda. Haciendo un símil, el moderno comunismo es un herbicida que no actúa por contacto, sino de manera sistémica, penetrando el estado hasta ahogarlo, pero la recordación que tiene el ciudadano acerca del exitoso gobierno Uribe y los espejos en los que cercanos se observan los nefastos efectos del comunismo, hacen que la planta, en este momento, sea resistente por naturaleza a tal herbicida. Circunstancia primera que carea al bobo.
Otro factor a considerar, es que el troyano gobernante que eligieron para ser su punta de lanza, resulto un incompetente mandatario que se dedicó, gracias a Dios, en cuerpo y alma a materializar el perverso proyecto. Y digo gracias a Dios, porque otro gallo cantaría si este gobierno, paralelo al esperpento de La Habana, hubiese dado resultados positivos en materia económica y social. Afortunadamente para el largo plazo, así nos haya sumido en una profunda crisis, este es un gobierno incompetente, manejado a las patadas por dos filipichines como Juan Manuel y su escudero Vargas Lleras, que no ha generado sino desprecio y animadversión por parte de la sociedad. Circunstancia segunda que carea al bobo.
Si bien Juan Manuel es un hombre que sin duda ha tenido acceso a un alto nivel educativo, demuestra ser un completo estúpido en materia intelectual, condición manifiesta en su constante divorcio del sentido común y la lógica. El cinismo que muestra en cada declaración, es producto tanto de su enanismo ético, como de su estupidez política. Irse a divertir en el Festival Vallenato, en medio de un paro agrario que justo como lo es, también se convierte en un peligro para el orden público, es catedraliciamente estúpido. Llamar fascistas a un grupo de luctuosos solo por vestir de negro, es la estupidez en grado sumo. Declarar que es muy bueno tener de nuevo al narcoterrorista indultado Gustavo Petro como Alcalde de Bogotá, en medio de una ciudad destruida por su incompetencia y después de haber procedido diligentemente a la aplicación de su destitución, es la encarnación de la estupidez. Hacer todo lo anterior, en medio de una campaña electoral es la estupidez declarada fuera de concurso. La gente comprende entonces, que además de profariano y proclive al comunismo, que además de incompetente y filipichín, su gobernante es un perfecto estúpido. Circunstancia tercera que carea al bobo.
Así las cosas, el parricidio que piensa cometer el bobo careado, es un monumental intento de fraude para robarse las elecciones Presidenciales, que de consumarse, estoy más que seguro que desataría en Colombia, esta vez sí, una cruenta guerra. Este es un pueblo que aunque conformista y noble, es diametralmente opuesto a la mansedumbre. En manos de todos está, no permitir que el bobo careado mate a la mamá y eso se puede lograr con tres acciones. Presionar para que todos los partidos políticos en contienda, auditen el software electoral, votar masivamente por el candidato de nuestra preferencia, y en lo posible, actuar como testigos electorales y veedores de todo el proceso. Ahí estaremos sirviendo como escoltas de la mamá del bobo careado.
Rodrigo Gallo
@AlegreBengali
Ad: Además de sus otras muchas virtudes y de su impresionante plan de gobierno, el candidato de mi preferencia es Oscar Iván Zuluaga, pues es el único que abiertamente y sin cálculos electoreros, se ha declarado en férrea oposición a los diálogos de La Habana y sigue considerando a las Farc como un grupo narcoterrorista al que hay que someter al imperio de la ley por la vía que sea menester. Ese candidato me representa y me da tranquilidad.
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