jueves, 17 de octubre de 2013

LA IMPRONTA DEL ELEFANTE

Nos los quieren meter por los ojos.  Es tanto el afán de la grey de bellacos que acompaña a Juan Manuel Santos en su proceso de claudicación del estado ante el narcoterrorismo, que han acudido a innumerables sofismas para lograr, eso sí, infructuosamente, que la ciudadanía apoye semejante adefesio. Han ido desde la estigmatización de quienes no nos tragamos entero el sapo que nos sirven, pasando por un supuesto apoyo papal, hasta la utilización del terrorismo sicológico con frases como “O firmamos la paz, o nos esperan 50 años más de guerra”.  Nada de esto les ha funcionado, la gente no apoya este proceso, por una sencilla y contundente razón. El ciudadano no es estúpido y sabe que lo que menos tienen los terroristas es voluntad de paz. Simple.

Untados de mermelada hasta el cogote, los esbirros que aún le quedan a Santos, han acudido a una jugada publicitaria de extrema bajeza. Han vestido a los más crueles y despiadados asesinos de la historia contemporánea  con la camiseta de la querida y altamente venerada Selección Colombiana de Fútbol.  Han puesto a un peligroso delincuente, el doctor Rodrigo Granda (diría Horacio José Serpa), a emitir unas sentidas declaraciones de apoyo a nuestros futbolistas, celebrando la meritoria clasificación al mundial de fútbol Brasil 2014. Lo anterior, con la muy calculada intención de tocar la fibra intima del colombiano de bien y mostrar a estos peligrosísimos criminales, como colombianos que también sienten a su país.  Superadas las lógicas nauseas que produce tal bellaquería, quiero hacer unos pequeños comentarios a tan aberrante situación.

Ante todo, debo decir que me parece un completo atrevimiento, que unos hampones de la peor calaña, quienes decidieron vivir su vida bajo la capa del crimen, pretendan hermanarse con los ciudadanos a quienes llevan 50 y más años,  masacrando cobardemente. No considero al secretariado de las Farc, ni a sus cuadros medios, como colombianos en ejercicio. Hace tiempo perdieron el derecho de celebrar cualquier logro o triunfo de esta sociedad. No lo acepto. Mientras no dejen de delinquir, mientras sus crímenes no sean purgados en una cárcel y mientras sus víctimas no sean honradas con la justicia, la verdad y la reparación, no acepto como compatriotas a los narcoterroristas de las Farc y el ELN.

Acto seguido, y conteniendo las ganas de despacharme en insultos contra los autores intelectuales de esta afrenta, recuerdo que por allá, por el año de 1994, otro felón, utilizó la selección Colombia de fútbol para sus propósitos políticos. Si, amigo lector, Ernesto Samper Pizano, prohijado por el Cartel de Cali. ¿Coincidencia? No amigo lector, no es coincidencia; este acto es la impronta de bellaquería y corrupción moral que van dejando el elefante y sus  escuderos, contaminando todo a su paso;  es la contramarca que este cáncer, apodado grotescamente “El Bojote”, le ha impreso al ya de por si corrupto proceso de diálogo.  Y así es todo en este teatro habanero; de dudosa raigambre, todo es oculto, pecaminoso si se quiere, oprobioso si se es estricto, pero cuando uno como ciudadano piensa, que en esta farsa ya lo ha visto todo, se encuentra con que no sienten el menor pudor, al manchar de sangre, droga y corrupción nuestra hermosa camiseta amarilla. En últimas, todo en este proceso es muy al estilo Samper.

Pero este truco publicitario, aunque grave e insultante, es apenas una pequeña muestra de lo son capaces de hacer, con tal de lograr que, ante la comunidad internacional, este proceso tenga aunque sea una brizna de legalidad; conocemos del profundo desprecio que el gobierno samperista de Juan Manuel Santos y sus titiriteros cubanos, sienten por el ser humano, pero en la nueva realidad global (ya no estamos en los 60) ninguna dictadura se sostiene en un país sin apropiarse para sí, un halo de institucionalidad.  Eso es lo que finalmente buscan con estos diálogos, darle ese halo a la toma del poder por parte del comunismo. El concierto ya está escrito en la partitura y los intérpretes ya tienen afinados sus instrumentos. El director de la orquesta acicala su cubana barba imaginando su imperio continental.  Solo esperan las elecciones de 2014 para lograr ese último escalón. ¿Será que los colombianos de bien, vamos a permitir que nos taladren los oídos con su endemoniada música? ¿Ante tanto aviso, tanta información disponible, tanta denuncia, vamos a permitir que coronen su macabro proyecto? Estemos atentos; despertemos, porque esa música quizá será,  la que  acompañe los  funerales de la democracia colombiana.  Y la culpa va a ser,  tanto suya como mía; será culpa de todos…

Rodrigo Gallo Lemus
@AlegreBengali


Ad: Conociendo el talante cínico de Santos y Samper, no me extrañaría ver una propaganda de la Autoridad Nacional de televisión, mostrando a Iván Márquez o a Jesús Santrich, abrazados con algún miembro de la selección, pulgar arriba y diciendo, “Yo creo en la Paz”...

Fotografía tomada de www.hacer.org

4 comentarios:

  1. Excelente y real articulo, Es asqueante que esas sanguijuelas narcotraficantes quieran ganar la aceptacion de los millones de colombianos de bien, usando la camiseta de nuestra querida seleccion.

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  2. Así es Sr. Gallo, ya estamos avisados, el futuro de Colombia esta en nuestras manos y no en las manos de unos pocos narcoterroristas, las FARC no quieren la paz y aun si la quisieran, deben pagar por todas sus atrocidades!!

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  3. Que horror fue haber visto a esos apátridas mancillando nuestra amada camiseta y que tristeza que los medios se presten para hacer de ese sacrilegio una noticia. Por lo demás muy objetivo articulo de Gallo. Juventud en condiciones de votar, si no conocen a fondo esa larga y oscura noche del gobierno de samper impuesto con recursos del cartel de Cali, estúdienla y evitemos una nueva catástrofe. Judas no puede seguir traicionándonos a los Colombianos de bien.

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  4. Eduardo Baquero Lemus viene a mi memoria la risa burlona y la cara de estos farcinerosos cuando les preguntaron si pedirían perdón al pueblo colombiano, para que ahora se vistan o mejor se disfracen ( sera por el mes ,me imagino), de Colombianos de bien.con amor a su pueblo,con amor a su seleccion,......jummmm ahora nos toca reirnos a nosotros de ver estos farcsantes.......publicitando jajajajajjajjjaja

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