La desfachatez del presidente Juan Manuel Santos está
tomando dimensiones catedralicias. Con cada uno de sus actos de gobierno
demuestra que muy poco le importa el sentir de sus gobernados y adquiere con
procacidad, un tufillo de emperadorcito dispuesto a pasar, no sus locomotoras,
sino sus aplanadoras por encima del sentir de la ciudadanía, que en una
desafortunada jornada lo eligió para la primera magistratura de la República. Y, para ello, cuenta con un aliado poderoso,
distinguido por su extraordinario cinismo y su casi metastásica capacidad de penetración
en el aparato judicial colombiano, enarbolando, para tal fin, su corrupto moco
gris, jaspeado de polvillo blanco.
Sí señor, acertó en su elección de imagen mental; ese
aliado poderoso se llama Ernesto Samper Pizano. Basta ver la cantidad de
tristemente célebres samperistas que ocupan groseramente, posiciones
estratégicas en todas las ramas del poder público, necesarias ellas para llevar
a feliz término la claudicación del Estado ante el monstruo narcoterrorista más
cruel y despiadado del concierto mundial, e inmediatamente inferir que el peso
específico del paquidermo dentro de este contubernio es de cifras
descomunales. Claro, se trata de un engranaje importante dentro de
este perverso juego de ruedas dentadas que terminarán por triturar a la
democracia más antigua de Latinoamérica.
Es tan robusta y oscura la maraña que han tejido las
momias cubanas, para que actúen sus prohijados, que en este punto y hora, con tanto hilo
halando marionetas, con tanto interés económico y geopolítico que despierta el
país, y con tanto sátrapa merodeando en el vecindario, es inevitable hacerse
una pregunta: en esta alianza infernal que quiere llevar a Colombia hacia el
abismo comunista ¿quién manda a quién? ¿Samper a Santos? ¿Las farc a Samper?
¿Las farc a Santos? Es tal la magnitud de la conspiración y tantas las teorías
que la podrían explicar que, hoy, cualquier cosa que se especule sobre Santos
podría llegar a ser cierta. Trágico para
los colombianos que de su presidente se pueda esperar que sea un simple idiota
útil que, en persecución de unos vacuos intereses personales como el Nobel de Paz, le esté haciendo el favorcito a los
Castro y a una recua de narcotraficantes y terroristas de disímiles raigambres,
y que también se pueda esperar que sea el más adoctrinado y metódico de los comunistas, que está ad
portas de entregarle el país a Fidel. Es tan oscuro y poco confiable el
buen Juan Manuel, que sea cual sea la verdad de sus intenciones, es en este
momento la personificación de todo el
conjunto de peligros que se ciernen sobre esta adolorida Patria. Todo se
articula en su fatídico mandato. Todo toma filo de espada katana en sus manos. Toda decisión que toma, obliga a mirarla con
lupa para buscarle y, seguramente, encontrarle unas segundas y perversas
intenciones. ¡Qué triste para la Patria tener que dormir con el enemigo; tener
en el ejecutivo a su mayor verdugo!
Un botón de muestra es la reciente recomposición de su
gabinete. No voy a entrar en el refrito de analizar cada nombramiento
hecho, pues solo mirándolo
superficialmente ya se sienten unas matutinas náuseas de embarazada. ¿Cómo interpretar que un samperista proclive
al favorecimiento de los ilegales, como Alfonso Gómez Méndez, sea nombrado ministro de Justicia? Eso es aquí
y en China, un insulto a la dignidad republicana. Es una desfachatada maroma para allanarle el
camino de la impunidad a las Farc, ya
que el tolimense, títere de Samper, muy
seguramente hará tándem con Eduardo Montealegre para proteger a sus camaradas
del secretariado.¿Cómo interpretar que para la cartera de Agricultura recurra a
la metafórica figura del zamuro cuidando carne?
Eso en un país con vocación agropecuaria, cuyo campesinado afronta unas gravísimas
dificultades y que se enfrenta a un mercado globalizado donde la competitividad
del campo debe ser la prioridad 1A del Estado,
es una muestra de una arrogancia,
sordera e indolencia, propias de un guillotinero que se dispone a cortar
la cabeza del condenado. Mantener en
relaciones exteriores a una funcionaria de incompetencia y soberbia
demostradas, en el álgido momento en el
que se debía definir qué hacer frente a
la amenaza nicaragüense, no podía
terminar en algo diferente a unas ridículas declaraciones que obedecen más al
72 % de imagen negativa que a la real defensa de la integridad territorial de
la Nación. Me perdonarán los analistas, pero lo que yo, como ciudadano de a pie
comprendí de la gagueante alocución presidencial, fue un confuso “que si pero que no podía”. NI
hablar del nombramiento de otro perverso samperista como Amilkar Acosta porque
todo lo malo que se pueda esperar de él, queda corto. Dios mío, ¿qué ha hecho esta patria para
merecer la infame tortura de padecer dos gobiernos de Ernesto Samper?
Claro me queda, que el señor presidente Juan Manuel
Santos exhibe un inmenso talento a la hora de defenestrar a Colombia. Escogió
el más completo de los caminos, el más lleno de insultos y agravios. Le está
entregando el país al narcoterrorismo de la mano de los más nauseabundos
personajes, en la cara de los ciudadanos de bien que lo elegimos y para mayor
afrenta, despilfarrando el erario en una alucinante estrategia de publicidad y
compra de micrófonos y plumas, para que cuando la sociedad empiece a sentir la
caída hacia el negro abismo ya no tenga ninguna capacidad de reacción. Así de maestro es.
Rodrigo Gallo
@AlegreBengalí
Ad: Confieso que cada actuación de Juan Manuel me produce
una especie de risa nerviosa, como de impotencia, acompañada de una voz en off
que dice “Este es mucho…”
Fotografía tomada de noticias.univision.com
Muy bueno el artículo, descripción acertada del samperismo de nuevo en el poder para desgracia infinita de Colombia !! DOLOR DE PATRIA !! #100PropuestasValle
ResponderEliminarMuy buena Sr. Gallo, Lo peor de todo es que Santos con las ganas de reeleccion solo tiene una carta, "ENTREGARLES TODO A LOS NARCOTERRORISTAS FART" Que miedo!!!!
ResponderEliminarEspero que estés contento, tu léxico florido nos ha dejado impresionados en Argentina y hemos decidido copiar este mensaje y ponerlo en un .com (dominio de primer nivel) para que más gente tenga acceso al mismo.
ResponderEliminarMuchas gracias, ¿podría postearnos acá la dirección completa?
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