Me he permitido un par de
licencias para este escrito. En primer término, he parafraseado el nombre de
una de las piezas maestras de Oscar Wilde, cosa que hago con un poco de
vergüenza si les soy sincero, y en
segundo término, lo he hecho de una manera poco ortodoxa pues nadie se llama por
su apellido, y eso, en un hipotético
lector purista, inmediatamente causaría un justificado resquemor. Pero bueno,
ya entrados en honduras vamos a desarrollar en estos párrafos, la importancia
de llamarse Uribe
Testigos fuimos del acontecimiento político del año, que mereció un extenso cubrimiento por parte
de los medios de comunicación, quienes a pesar de los torrentes de mermelada,
no fueron capaces de sustraerse a cubrirlo, dada la magnitud histórica de los
hechos. El ex presidente Álvaro Uribe Vélez, que hoy, tres años después de
terminar sus dos exitosos periodos de gobierno, mantiene unos índices de
favorabilidad y aceptación sumamente altos, ha decidido, en una clara muestra
de vocación de servicio y patriotismo, presentar su nombre en la lista del
movimiento Centro Democrático, para aspirar al Senado de la República.
Un hombre que ya ha pasado a la
historia de la república como uno de sus más importantes y dedicados hijos y que
a estas alturas de la vida política nacional ya está, coloquialmente hablando,
por encima del bien y del mal, renuncia a su zona cómoda para librar una vez
más, una dura batalla en defensa de la democracia colombiana, hoy amenazada por
un sin fin de situaciones que se ciernen sobre ella como un peligroso tifón. Como era de esperarse, esta decisión causó
reacciones en absolutamente todos los sectores de nuestro país, pero no
solamente por lo insólito del hecho, sino, en mayor medida, por la estatura
intelectual y política del postulante.
La importancia de llamarse Uribe.
Entre los millones de seguidores
de su ideario, la decisión tomada por él,
fue recibida con gran beneplácito, ya que significa una real esperanza de
recuperación del rumbo de la patria y la dignificación de una rama del poder
público tan importante y vital, como desprestigiada y prostituida, donde
alrededor de algunos muy buenos congresistas,
tienen asiento los mayores verdugos de la dignidad nacional y
depredadores del erario, que ponen su curul al servicio del mejor postor sin
interesarse en lo mas mínimo por las verdaderas necesidades de sus
connacionales. En ocasiones, más que una
plenaria legislativa, nuestro Congreso da la impresión de ser un inmenso
concierto para delinquir.
Por supuesto, se espera que con el
bien habido, digno y potente caudal electoral del presidente Uribe, lleguen de
su mano muchas personas que le darán ese nuevo aire que necesita la corporación,
y que se han destacado por su incansable
trabajo, su concordancia con el ideario político y ante todo, su lealtad, no
solo hacia su líder político, sino hacia la inmensa base ciudadana que comparte
la plataforma ideológica de Centro Democrático.
Cálculos conservadores pero sensatos, hablan de entre 15 y 25 senadores
electos por el movimiento. Cálculos
mezquinos y motivados por la desesperación, la mediocridad y el miedo toman voz
en el desteñido Simón Gaviria quien habla de unos ocho Senadores. Amanecerá y veremos dijo el ciego, pues después de hacernos contar, lo que sí es
cierto es que será muy esperanzador ver en el Capitolio a mujeres como Paola
Holguín, Paloma Valencia y María Fernanda Cabal, combativas y claras, paradas en su raya
defendiendo los verdaderos intereses de la nación. Será muy placentero ver pensadores de la
talla de José Obdulio Gaviria y Alfredo Rangel legislando en defensa de la
democracia ante la amenaza comunista.
Será muy importante para las regiones, tener en el congreso a personas
de tan altas cualidades éticas, morales e intelectuales como el señor Almirante
Gabriel Arango Bacci y los doctores Francisco Mejía Sendoya y Gustavo Salazar,
ejerciendo sus labores legislativas con el hondo compromiso demostrado hacia
las tesis democráticas del movimiento. Por supuesto y en grado sumo, será un honor
para Colombia entera tener nuevamente como Senador, al Gran Colombiano de la
historia.
Por supuesto que entre sus
rivales y detractores, el anuncio causó las mas disimiles reacciones; unas
hipócritas declaraciones de complacencia por parte de algunos, unas ingenuas y patéticas palabras de
minimización por parte de otros, pero lo más importante, este anuncio causó que
el nefasto presidente en ejercicio tuviera que, a marchas forzadas, casi que
con una petrista improvisación y rayando en la violación de las leyes
electorales, lanzar al día siguiente su plataforma reeleccionista,
paradójicamente llamada Fundación Buen Gobierno. Si, de acuerdo, el nombre
causa risa, pero que hacemos, así se llama. Fui muy generoso al llamarla lanzamiento
de plataforma, pues fue apenas un
coctelillo carente de contenido y rebosante de saurios, pero si el señor
Gabriel Silva Lujan tuvo la risible desfachatez de llamarla “un tanque de
pensamiento”, yo puedo llamarla
plataforma sin que se ruboricen ustedes.
Dado este primer e importante
paso, e iniciada formalmente la batalla crucial por la democracia, esperamos que el estado colombiano sea muy
responsable a la hora de garantizar la integridad física del presidente Uribe
pues estamos en un escenario similar, y la lucha es contra la misma mano que condujo al magnicidio del gran Álvaro
Gómez Hurtado. Desde esta humilde trinchera y en la voz de este solitario
ciudadano de a pie, hago responsable al gobierno de mi país por la seguridad de
Álvaro Uribe Vélez, enhorabuena
candidato al Senado de la república para el periodo 2014 – 2018. La importancia
de llamarse Uribe.
Rodrigo Gallo
@AlegreBengali
Ad: ¿En qué tipo de líquido estaría pensando Silva Lujan a
la hora de calificar como “tanque” de pensamiento a la fundación de marras?
Etanol, bendito y dulce etanol…
Fotografía tomada de www.afp.com
Amigo, tu artículo es facinante, gracias, y que Dios de bendiga.
ResponderEliminarExcelente artículo, duelale a quien le duela!!!
ResponderEliminarMuy bueno, estoy totalmente de acuerdo. Ademas pidamos a DIOS: que bendiga y guarde de todo mal a nuestro GRAN COLOMBIANO
EliminarMuy bueno y toca algo muy importante y siniestro, y desde ya lo denuncio. OJO SAMPER CON TOCAR AL SR. URIBE COMO LO HIZO EN OTRORA CON EL DR. Álvaro Gómez Hurtado. YA QUE ESTAMOS DISPUESTOS A LLEGAR HASTA LAS ULTIMAS CONSECUENCIAS!!!
ResponderEliminarAh! si...de esta plebe en pleno de samper; serpa; gomez mendez y el cristo y demás combo, se puede esperar todo lo malo; hasta de llegar al asesinato porque saben que en colombia todos estos delitos quedan impune!!!
EliminarEl autor tiene razon. Uribe recuerda mucho a esa obra de teatro, la importancia de ser Ernesto. Escrita por supuesto por Oscar Wilde. Un amante de la libertad y un genio de nuestro tiempos, que seguramente no hubiese sido condenado por le procurado como lo fue en esa época.
ResponderEliminarComo el protagonista, Ernesto, Uribe rechaza las normas de las elites (como la sociedad victorina) aunque él pertenezca a esta, y mostrando un total odio por las instituciones, se disfraza de algo que no es. Pero no logra nada. Todo es muy trivial. Solo al final se dará cuenta que ya no tiene que ocultarse, y que esa es la importancia de llamarse Uribe.
Gracias por sus comentarios. Simplemente utilice el titulo de la obra, pero en ultimas, cada quien entiende lo que desea entender. Muy amables a todos
ResponderEliminarMe gusta tu articulo, refleja el mismo temor que tenemos todos los que creemos en Uribe, que la vieja maquinaria política de este país, para quienes el fin justifica los medios, atenten contra su integridad física.
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