Siempre se ha dicho que en el fútbol, las estadísticas son frías,
que son solo números y que a la hora del pitazo inicial son once contra
once. Bueno yo diría que realmente son
doce contra doce porque la ascendencia de un entrenador sobre su plantel es de
importancia suma en el desarrollo del juego.
Considerado lo anterior veamos cifras: 13 títulos de English
Premier League, 10 Community Shield, 5 Copas FA, 5 Copas de Escocia, 3 Scottish
Premier League, 2 Champions League, 2 Supercopas de Europa, 2 Recopas de
Europa, 1 titulo de Primera Division de Escocia, 1 Copa Intercontinental de Clubes y 1 titulo del Mundial de Clubes que suman entonces 45 titulos logrados como
entrenador en apenas tres clubes y 38 años de carrera, de los cuales, los últimos 27 los paso en el Manchester
United, club con el que logro el trébol en la temporada 1998-1999 (Liga, Copa y
Champions League). Correcto, hablamos de
Sir Alexander Chapman Ferguson, nacido en Glasgow (Escocia) el 31 de diciembre
de 1941, delantero goleador del Queens Park de Escocia y leyenda viva del fútbol británico en quien el Red Army, por allá en 1986 deposito toda su confianza para llevar al club a una nueva época de gloria anhelada en medio de una larga temporada seca.
Esta reseña cortísima
de la carrera de Ferguson como entrenador es mi estribo de abordaje al tema de
los famosos procesos en los equipos de fútbol basados en la continuidad del director técnico y la conformación de una
plantilla de jugadores equilibrada entre
las aspiraciones del “profe” y el bolsillo del “presi”, con el objeto de fortalecer
deportivamente el club en un determinado plazo y orientada al cumplimiento de
unos objetivos que varían de acuerdo al equipo.
Es claro que en una determinada liga no todos los equipos tienen
similares objetivos y así como para unos el único es ser campeones,
para otros el abanico puede ser más amplio y apuntarle bien sea a mantener la categoría,
a flotar en media tabla y sacar uno o dos jugadores al año o a aspirar a un
cupo en competiciones internacionales y en consecuencia de lo propuesto, el
cumplimiento o no de los objetivos son los que determinan la duración del
técnico en el banco.
Caso concreto lo protagoniza Alexis García que viniendo de
un proceso exitoso de seis años con La Equidad logrando el ascenso y un título
de Copa Colombia, en tan solo seis meses se chamusco en el Junior de
Barranquilla merced a no clasificar a los cuadrangulares finales de la
Liga. Aún cuando muchos dirán que en un
club como “tu papa” el no clasificar a cuadrangulares es un fracaso o que jugar con una filosofía distinta al
juego alegre de la costa es repudiado por la hinchada ñera, en mi entender el
asunto pasa por el inmediatismo de los dirigentes del Junior que con su chequera solo piensan en quedar campeones hoy y no en construir un club deportivamente
fuerte y perdurable en el tiempo que juntando el innegable talento del jugador
costeño que generación tras generación entrega verdaderos cracks y el poderío económico
del grupo Char podría ser, guardadas (bien guardadas) las proporciones, el
Manchester Criollo.
Pero el Junior se debate en un circulo que conforman El Zurdo López, Julio Comesaña y otro técnico (ponga
usted el nombre) candidato al chamusque así gane títulos, que se van rotando la
dirección técnica de acuerdo al vaivén de las decisiones de la directiva sin
que en por lo menos las tres últimas décadas se consolide un proceso serio. Es cierto que de 1993 hacia acá ha
conseguido seis estrellas pero han sido más producto de brillantes temporadas
unitarias que de constancia en la cima del fútbol colombiano como lo
demuestran las posiciones antes y después de cada estrella que en el caso de la
ultima lograda, en la temporada anterior termino 15º y en la siguiente 10º. Entonces mi
pregunta es ¿Sera que el problema es de DT? Quien ponga en duda la capacidad
de Alexis García no conoce de fútbol.
Creo que el
Junior sufre de un mal generalizado en Colombia y que tiene a sus equipos
grandes sumidos en la mediocridad y que no es otro que el inmediatismo por los
resultados. Nacional, América, Millonarios y Junior se debaten en esa espesa
marea cuando deberían siempre merced a su historia estar peleando las mas altas
posiciones del torneo colombiano y brindando dignas actuaciones en el contexto
suramericano. Una excepción que confirma
la regla es el título de Independiente Santafé en 2012 después de 37 años, logrado
gracias a la continuidad en el trabajo del profesor Gutierrez y que se ha
mantenido con una soberbia actuación en copa Libertadores y con su favoritismo
para campeonar nuevamente en este torneo.
Qué bien le haría al fútbol colombiano una “Manchesterización” de sus
equipos. Apostarle más al proceso y menos a la muda de técnicos y jugadores
cada que la estación cambia.
Fotografía tomada de www.radioabcstereo997.com
Fotografía tomada de www.radioabcstereo997.com
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