Primero y para evitar ser malinterpretado quiero enumerar tres conceptos que para mí, son básicos en una verdadera democracia. Uno: Quien ejerce el poder debe estar legitimado por el querer de una mayoría expresada en las urnas. Dos: Se debe garantizar la libertad de expresión y respetar el pensamiento diferente. Tres: Se debe garantizar que la mayoría no aplaste a la minoría ni vulnere sus derechos fundamentales.
Creo que no estoy descubriendo el agua tibia ni mucho menos, pero me veo en la necesidad de aclarar lo anterior porque el tema que quiero comentar aquí se mueve en un delgado limite.
Con la claridad que puedo estar hondamente equivocado ya que lo siguiente se basa en la mera percepción, desde hace bastante tiempo me parece que la democracia colombiana esta entrando en un contrasentido. Unas mayorías eligen, o elegimos según sea el caso, a unos gobernantes que inmediatamente acceden al poder, dan una impúdica voltereta y terminan gobernando y legislando para las minorías, ya sea por convicción camaleónica nivel Roy o ya sea forzados por la inaceptable presión jurídica a que son sometidos.
Una cosa es el respeto por el pensamiento diferente y la tutela de los derechos de las minorías y otra muy distinta es que pertenecer a alguna de ellas se entienda como la extensión de una patente de corso para pasar por encima de la ley y los mecanismos democráticos.
Si una mayoría elige transparentemente en las urnas a un gobernante porque representa lo que en su sentir debe ser la conducción de la sociedad, es totalmente inaceptable que o bien termine la sociedad tomando el rumbo que desean las minorías, o que amparadas éstas en su condición, pretendan a fuerza de protesta, intimidación o mecanismos judiciales llevar al estado a gobernar y/o legislar en interés de ellas.
Si el congreso, desprestigiado como está y todo lo que quieran, decidió no legislar a favor del famoso matrimonio igualitario esta en su cabal derecho. Que sigan sus defensores buscando los mecanismos para lograr su empeño es totalmente valido, pero no a fuerza de descalificación a quienes de conciencia no están de acuerdo ni a fuerza de desmanes callejeros. Cuando hemos visto a los seguidores y defensores de la solicitud de cadena perpetua para violadores de niños (un tema de lejos mas importante que el matrimonio igualitario) ser instigados por la senadora Jiménez a usar métodos pro-violentos para lograr esa ley?
Así mismo, creo que mal hace la administración de Bogotá en ampararse en su condición de minoría, porque así lo hace sentir su negativo líder, para tratar de evadir una investigación por parte de la Procuraduría, invocando incluso a un "Bogotazo" en caso de resultar contrario a sus intereses el resultado de tal pesquisa. Irresponsable por decirlo menos. Y de pésimo ver, ampararse en su condición de militante del M-19 para, en un acto público cambiar arbitrariamente una estrofa del himno nacional. Serán intocables estos funcionarios por ser de Izquierda? Presuntuosa e insultante creencia.
Sera entonces que el estado colombiano no puede legítimamente preservar el orden público cuando una manifestación civil, el primero de mayo decide atacar a piedra al Esmad y emprender una serie de destrozos en propiedad ajena, solo porque están convocados por Piedad Córdoba. Iván Cepeda y la tenebrosa Marcha Patriótica?
Esas, por solo enumerar algunas, son las dudas que me asaltan y que me hacen creer que nuestra democracia vive la dictadura de las minorías.
Ad: Claramente, lo que hoy se vive en Venezuela es el resultado de la permisividad social a la dictadura de una minoría. Eso queremos para Colombia?
Hay que tener en cuenta en Colombia hasta que punto la "mayoría" "elige transparentemente" a sus gobernantes.
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