Que
el Presidente Juan Manuel Santos reconozca como acto de buena voluntad el
comunicado donde los narcoterroristas Farc prometen dejar de dinamitar la
infraestructura y de disparar
temporalmente contra la Fuerza Pública, es preocupante. Por una parte, con esta
actitud esta aceptando que la manera de frenar
esta violencia, está en manos de
los delincuentes y no donde debería estar;
en una política de seguridad nacional fuerte (por demás inexistente en
su gobierno) que guíe y otorgue una contundente efectividad a nuestras FFAA. Por
otra parte, respetar a la fuerza pública
y jamás agredirla, mucho menos asesinarla, no es una opción voluntaria que haya
que agradecer. Es un mandato constitucional
para todo colombiano; el ciudadano que no acate este deber, comete un delito
grave que debe ser castigado; es más, bajo nuestro código penal, el solo hecho
de portar ilegalmente un arma, así no la dispare, es en sí un delito.
Para
seguir dialogando con las Farc, se debe exigir como requisito fundamental, que cesen toda su actividad delictiva con
verificación internacional; es decir, tienen que dejar de asesinar, violar,
secuestrar, producir y traficar drogas,
extorsionar, dinamitar oleoductos y concentrarse
en un lugar para que pueda ser
verificada tanta belleza ¿O es que de verdad somos tan estúpidos y
sinvergüenzas los colombianos como para creer nuevamente
en ellos cuando hace tan solo unos meses está banda narcoterrorista utilizó el cese
unilateral al fuego para sorpresiva y cobardemente masacrar a once héroes de la Patria? ¿O les agradecemos que no disparen mientras siguen
secuestrando y violando sistemáticamente
noche tras noche a nuestros niños?
El
cese unilateral de la narcoterrorista
Farc, no puede bajo ninguna
circunstancia convertirse en un cese
bilateral, pues este es a todas luces inconstitucional en la medida que la Fuerza Pública debe actuar para garantizar la
vida, honra y bienes de los ciudadanos. En ese entendido, la única manera en que el presidente Juan
Manuel Santos podría suspender ese mandato es modificando la constitución o violándola, o porque automáticamente se haga
innecesario en un escenario en el que
las Farc cesen toda actividad delictiva, entreguen las armas
y pasen a manos de la justicia, así y
solo así, nuestras FF.AA podrán cesar el
accionar contra ellos.
No deja de ser irresponsable,
cínica, incoherente y cobarde la manera como el Presidente Juan Manuel Santos, algunos
Senadores, Jueces, ciudadanos y el
Fiscal General de la Nación, se rasgan las vestiduras y gritan al unísono que”
hay que parar la guerra y decretar un cese bilateral del fuego” cada vez que
las Farc cometen un acto terrorista y atroz; como si nuestros Soldados y
Policías con su accionar constitucional
legítimo y valeroso fueran los que
cometieran los actos terroristas. Si estos incoherentes quieren que nuestras FFAA dejen de atender a su
misión legitima y constitucional de perseguir la delincuencia, ¿por qué razón
señor Presidente, no aprovecha el contubernio que tiene con los Senadores de la Unidad Nacional y modifican
la constitución, legalizando el
narcotráfico, la violación, el secuestro y el asesinato para que de esta manera,
nuestras FF.AA no tengan que perseguir a los que cometan estos actos? Y ustedes ciudadanos ¿por qué no cesan las denuncias y se dejan secuestrar, violar y asesinar en silencio? O ustedes
señores Jueces, ¿por qué no dejan de dictar medidas de aseguramiento contra
estas bandas narcoterroristas y así nuestros soldados y policías no tendrían la obligación de ir a capturarlos? O usted señor
Fiscal ¿por qué no…..? no, perdón señor Fiscal; usted si ha estado siendo
coherente durante todo este tiempo, porque nadie como usted para defender a los
narcoterroristas de las Farc, mientras
persigue y encarcela a nuestra valerosa
Fuerza Pública y a los ciudadanos que se oponen a la farsa que el gobierno
Santos sostiene en la Habana.
Este
es un llamado para aquel 76% de la sociedad Colombiana que no está de acuerdo
(porcentaje en el que me incluyo) con el grave presente que vivimos y el negro
futuro que se nos avecina si dejamos que unos pocos reformen la constitución, paren
de expedir o deroguen ordenes de captura
contra la delincuencia, y formen el país fallido y bananero que tanto sueñan, donde regalarán a una caterva de
asesinos, las curules en el Senado, y
nombraran como Jueces y Fiscales a todo aquel que tenga vínculos con la mafia y
con terroristas. Este es el momento de unirnos para hacer respetar las leyes de
la república y bajo el imperio de la ley, apoyar decididamente a nuestras FFAA
para que con todo el peso de su fuerza
legítima, combatan las bandas narcoterroristas y a todo enemigo interno o
externo que amenacen a nuestra amada Patria,
Colombia.
Deseo
cerrar esta columna, con una frase muy cierta que pronunció mi Coronel Hernán
Mejía Gutiérrez, preso injusta y
cobardemente por los montajes de la Fiscalía, el Presidente Santos y
especialmente por el siniestro Sergio Jaramillo:
“Los
ejércitos luchan las batallas, pero es el apoyo del pueblo el que decide si se ganan o se pierden las guerras”
Mario
Gallo
@Setulus1
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