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Con el gobierno Santos, nos hemos tenido que acostumbrar a estar siempre desconfiados, siempre vigilantes, siempre atentos a leer entre líneas, pues cada mensaje o actuación que de él proviene, carente de sinceridad, viene infaliblemente preñado de segundas intenciones; es en esencia, un gobierno mentiroso que ha llegado al culmen de la politiquería. Una frase bandera de este gobierno, es extrapolable a otros escenarios y circunstancias, y nos ayuda a entender el espíritu político de Juan Manuel Santos: “Cambiar las balas, por votos”.
Con el gobierno Santos, nos hemos tenido que acostumbrar a estar siempre desconfiados, siempre vigilantes, siempre atentos a leer entre líneas, pues cada mensaje o actuación que de él proviene, carente de sinceridad, viene infaliblemente preñado de segundas intenciones; es en esencia, un gobierno mentiroso que ha llegado al culmen de la politiquería. Una frase bandera de este gobierno, es extrapolable a otros escenarios y circunstancias, y nos ayuda a entender el espíritu político de Juan Manuel Santos: “Cambiar las balas, por votos”.
Para este gobierno, esa es la manera de hacer política. Cambiar todo por
votos. Comprendo que el voto es el elemento primo, con el que la ciudadanía
ejerce sus derechos y deberes democráticos, y que es lo que todo proyecto
político desea conquistar. Pero he ahí,
la diferencia que sutil, pero contundente, tiene la política con la
politiquería. Un movimiento o partido
político que ejerce este hermoso arte, fundamentado en la ética y la
transparencia, busca con sus propuestas y su visión de país, conquistar ese
elemento primo, como quien conquista a la mujer amada. Incluso, si es un proyecto que ya tuvo la
oportunidad de gobernar, es su desempeño bueno o malo, según sea el caso, un
elemento de juicio para que esa mujer amada que es el favor del elector, apoye
o no sus aspiraciones. En contraste,
quienes ejercen la politiquería, consideran que esa mujer amada, es más bien
una mercancía, que se puede adquirir con diversas monedas; una prostituta a la
que es posible llegar si la oferta es lo suficientemente atractiva.
Politiqueros como Juan Manuel Santos, conocen bien esas monedas y no tienen
escrúpulos a la hora de ponerlas en circulación. Secuestrar las regalías de los municipios y
departamentos productores de hidrocarburos, usando como capa y escudo el
hartazgo de la ciudadanía con la rapiña provincial, fue quitarle la presa al
zamuro, para entregársela a las hienas. Cuantiosos recursos económicos que no dudará
en cambiar por votos, con el agravante de llevar las regiones a una humillante
subyugación al poder central, que como no, le puede conceder que alcaldes y
gobernadores, deban servir a sus intereses electorales.
En ejercicio de tan despreciable cálculo electoral, entramos en la tercera
semana del año, sin que se haya definido que va a pasar con el PIC (Protección
al ingreso cafetero), herramienta vital para capotear la crisis en la que su incompetencia, mantiene sumidas a las
cerca de 550 mil familias cafeteras. Está
conduciendo a estas familias, con una aterradora premeditación, a una
desesperante situación. Hay cafeteros recurriendo al empeño o venta de sus
posesiones materiales para poder subsistir, mientras el Presidente pasea cómoda
y arrogantemente por Europa. Calcula,
con base en la premisa que la desesperación nubla el juicio, que liberando
recursos en época electoral, es posible cambiar PIC por votos.
Santos, en su mercantilismo electoral,
utiliza de modo infame, el deseo de un pueblo martirizado por
décadas, y pretendiendo vestir como armadura
y yelmo un pervertido concepto de paz, y
teniendo como lanza de torneo su
bien aceitada máquina mediática y publicitaria, piensa que esa va a ser una
efectiva moneda de intercambio. Calcula
que es perfectamente posible, cambiar la esperanza popular por votos.
Por último, y como reales guardados en la faltriquera, tiene a su favor los
fusiles del cartel narcoterrorista más
grande del mundo, y un sistema judicial mercenario, para amedrantar a quienes
en uso de su enorme dignidad, no son sujetos de trato comercial, y sordos a sus cantos de sirena, buscarán la recuperación del rumbo. Pues bien señor Santos, creo que la sorpresa
que se van a llevar usted y sus serviles, va a ser de marca mayor. Este es un pueblo que ha empezado a conocer
el poder que tiene el voto y seguro estoy, que en franca mayoría, le va a
propinar una lección democrática de proporciones catedralicias cuando el 9 de
marzo, en las elecciones parlamentarias, sus monedas no tengan efecto alguno
sobre el elector y esa Unidad Nacional de la cual usted se ufana, sufra una
estrepitosa derrota. Ahí señor
Presidente Santos, será el comienzo del fin
para usted. No sabe cuánto deseo asistir a esa memorable jornada
Rodrigo Gallo
@AlegreBengali
Ad: Quien trata a una digna mujer,
como si fuese una mercancía,
nunca tendrá de ella el amor y más bien, se asegurará su desprecio
eterno. Eso es lo que el pueblo colombiano, siente por el Príncipe de Anapoima
Tienes tanta razón en lo que dices? No logro aceptar la capacidad que tiene éste señor para envolver y enredar de la manera que lo hace. Quiza en parte sea debido a su costumbre de cañar en el juego de poker. Causa una real impotencia saber que con sus mentiras, engaños, trampas, es capaz de convencer presidentes, políticos y demás. Tiene una capacidad para la actuación descrestante. En realidad una gran perdida para esta. El hombre ha dedicado todo su periodo de gobierno a trabajar por una reelección que estando de común acuerdo contigo y si los colombianos todavía son tan inteligentes como han sido, no logrará jamás. Este pueblo jamás a gustado del comunismo y como tu estoy segura no lo logrará y pasará a la historia como el peor presidente hemos tenido. El PIC es algo con lo que el tomará del pelo a los cafeteros con el fin de no alborotarlos para no afectar su campaña, pero será algo que nunca se llevará a cabo.
ResponderEliminarRespecto a la justicia, ni hablar. Esta es la parte más grave del desgobierno de Santos. Fiscales, jueces y togados en grado extremo de corrupción e injusticia.
Dios bendiga y proteja nuestro hermoso país de santos y sus secuaces Farc
Excelente artículo