“Que yo me voy pa’ La Habana
Y no vuelvo mas,
El
amor de Carmela
Me va a matar”
Así cantaba magistralmente,
décadas atrás, el barranquillero Nelson Pinedo con la memorable Sonora
Matancera, y así cantan hoy, al menos la primera línea, una no despreciable cantidad
de políticos y funcionarios colombianos, dándole, quizá con intención, quizá sin ella, una condición
de legislativo paralelo a la espuria
mesa de negociación con las farc. Algunos muy intrépidos, como el joven Horacio José
Serpa, quien de una sola pincelada, quiso insultar la inteligencia del
colombiano, declarando como una “casualidad” su encuentro con el doctor Andrés
París; el doctor París, si, así de ese tamaño es la desafiante actitud del
joven Serpa.
Pero bellaco sería ponerlo
a él solo en descubierto, cuando es completamente claro que el desfile por La Habana,
de políticos, y ojo, funcionarios públicos no autorizados por el gobierno, es de dimensiones insultantes para la sociedad
colombiana. Se amparan ellos, en las
evidentes fallas de camber, caster y convergencia de nuestro sistema judicial,
que solo hala hacia la izquierda y que no se corregirá con una simple
alineación, sino que ameritará una profunda reconstrucción de su chasis en un
banco de prueba. Este sesgo judicial, hace que los entes de control y las altas
cortes estén prestísimos a investigar con todo rigor, a quien se haya tomado
una fotografía, con el primo hermano de la esposa del músico que tocó en la
fiesta de Mancuso o Ernesto Baez, pero hace que sufra de una inexplicable
lentitud en iniciar las investigaciones a quienes abiertamente han sido
cercanos a las farc, y en el más grave de los casos, a quienes aparecen seriamente
vinculados a la estructura organizacional de ese grupo narcoterrorista.
Entiéndase bien; yo como
ciudadano, apoyo la labor de investigación de la parapolítica pues nuestra
sociedad debe sacudirse completamente de la nefasta influencia del narcotráfico,
venga de donde venga, pero si es, por lo menos oprobioso, que a los visibles
líderes de opinión en Colombia y a su sistema judicial, solo les funcione la glándula lacrimal
izquierda. Leemos a diario, columnistas
e investigadores, inclusive algunos de ellos, otrora vinculados formalmente a las mismas
estructuras narcoterroristas que hoy por
supuesto protegen desde sus plumas y micrófonos, muy interesados en los temas
de parapolítica, pero groseramente ciegos sordomudos ante la infiltración de la radical izquierda armada, bien de fusil, bien de toga, en la sociedad colombiana.
No es aceptable que los
millones de víctimas de los terroristas de las farc y el ELN, vean como por
cuenta de la manzanilla y la mermelada, los funcionarios que devengan dinero
pagado por los contribuyentes, hagan su descarado desfile por la mesa del mojito, el habano y la sangre, en genuflexa actitud ante los más grandes criminales
de la historia republicana.
Espero en Dios, que el
cuerpo legislativo que elegiremos en 2014, entienda que no hay una necesidad más
imperiosa de la sociedad colombiana, que la profunda reforma estructural
que necesita nuestra, hoy prostituida justicia. Ese, es el verdadero camino hacia una paz,
real, duradera y estable; el sometimiento al imperio de la ley de todos y cada
uno de los ciudadanos que habitamos en ésta dolida patria.
Rodrigo Gallo
@AlegreBengali
Ad: Me encantaría que los políticos
y funcionarios profarianos “Se fueran pa’ La Habana y no volvieran mas”
Fotografía tomada de Infotur.cu
Fotografía tomada de Infotur.cu
Talentoso amigo Rodrigo, cuando Uribe Centro Democrático asuma las mayorías en Senado y Cámara terminaremos con esta farsa Judicial, Legislativa y Ejecutiva, ése es el temor de Narcoterroristas farc y su adalid Juan Manuel Santos. Votación Masiva significará para ellos despedirse de La Habana y esconderse como viles ratas asesinas. #100PropuestasValle
ResponderEliminarEso esperamos Dr Salazar, el reto es grande y con UCD en el congreso tendremos luz en este camino. Gracias por sus comentarios
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