viernes, 28 de marzo de 2014

DE FRAUDES Y OTRAS FELONÍAS

Lo mas escandaloso del fraude electoral que tuvo lugar el día 9 de marzo, cuyo beneficiario natural fue el Partido de la U, no fue el hecho como tal, ni sus consecuencias inmediatas, graves de por si, sino la desfachatez del Presidente Juan Manuel Santos y su esbirro Carlos Ariel Sánchez a la hora de sus destempladas y procaces declaraciones, que no son explicaciones, y que aunque las deben, no las han entregado aun.


En estas casi dos semanas, es mucho lo que se ha escrito sobre el suceso; mucha tinta y papel se han invertido en analizar la gravedad de los hechos, por tanto, hacerlo también en estas líneas sería repetitivo e inocuo. Simplemente planteo esta pequeña columna sobre la base que el fraude electoral SI existió, y tuvo como fin, beneficiar al Partido de la U y perjudicar en mayor medida al arrollador Centro Democrático del Presidente Álvaro Uribe Vélez, y en menor medida a los otros partidos políticos.


Expuesto lo anterior, me deja hondamente preocupado la tranquilidad de “aquí no ha pasado nada” del señor Registrador Carlos Ariel Sánchez. En una democracia sana y conducida por un gobierno digno, y fiscalizada por una sociedad proactiva, este corrupto funcionario habría tenido que renunciar. El solo hecho de que no haya asumido responsabilidades, ya habla de una total falta de ética del funcionario que es, oígase bien, el garante numero uno de la transparencia del proceso mas sagrado de las democracias.


Siguiendo con la colección de declaraciones desfachatadas, con singular prepotencia, el Presidente Juan Manuel Santos se sube a la tarima del Partido de la U, para dar un parte electoral de victoria, recalcando que se cumplió el objetivo, el cual no era otro que “derrotar” a Centro Democrático. Bien, ya hoy, pasada mucha agua turbia por debajo del puente, pueden ver ustedes como fue que conspiraron para que, a falta de capacidad para propinar esa “derrota” con limpieza, se cumpliera la trágica máxima que reza “las elecciones las gana quien cuenta los votos”. Pretendieron que Carlos Ariel Sánchez fuera el ganador de las elecciones en beneficio de los enmermelados.


Pues bien, resulta que parafraseando al desafortunado Juan Manuel, su tal victoria no existe, ya que el verdadero ganador de las elecciones parlamentarias, digan lo que digan las cifras, es el Partido Centro Democrático, y el lugar que obtiene el partido de la U es todo, menos honroso. Es una vulgar trampa al más descarado estilo mafioso. Presidente Santos, hoy estamos esperando su retractación de esas miserables declaraciones, que son, en primera instancia, una falta total a la verdad, y en segunda instancia, un monumento deleznable a la corrupción y a la politiquería.


Preocupa si, que sea este mismo funcionario Sánchez, quien ejecute el proceso de las elecciones presidenciales. No podemos soslayar que el fraude del 9 de marzo es un fantasma que se cierne sobre ellas y cuyo beneficiario natural será el candidato-presidente Santos. Es entonces grave en grado sumo, la actitud displicente de este par de personajes, que es más propia de Tirano y Esbirro, que de Presidente y Registrador. Ciudadanos, es nuestro deber patriótico convertirnos en millones de testigos electorales, para que la transparencia de las elecciones venideras, no quede guindada de los corruptos hilos manejados por Santos y Sánchez, ni cohonestados por la tenebrosa Unasur. Estamos avisados, intentaran hacer fraude nuevamente.


Rodrigo Gallo
@AlegreBengali


Ad: Como la cereza del pastel de la mentira y el engaño en estas elecciones, queda la zafiedad con la que Juan Manuel Galán evito cumplir su palabra empeñada. Se ha convertido en un simple mentiroso

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