jueves, 11 de abril de 2013

EL ELEFANTE QUE PASO DE AGACHE


En la década del 90, Colombia tuvo la desgracia de tener dos periodos presidenciales consecutivos ejercidos por incapaces.  Y para mayor desdicha,  fueron unos incapaces rodeados de alimañas que persiguieron toda suerte de beneficios personales. Y  durante esos dos periodos sucedieron sendos sucesos que quedaron inscritos en los anales de la nación por su calibre y sus consecuencias, pero también porque los sucesos fueron de lejos, mas grandes que los presidentes que los provocaron.  Recordaremos por el resto de la vida republicana el proceso 8000 y el Caguán. 

Samperismo y Pastranismo, dos corrientes que con solo oírlas nos hacen sentir escalofríos, pero que a decir verdad, los colombianos de bien pensábamos que las habíamos superado merced al enorme daño que le causaron al país y al nuevo rumbo que había mostrado la Colombia de la seguridad democrática.

He hecho un gran esfuerzo por encontrar algo positivo en los gobiernos del periodo 1994 a 2002 y la verdad solo hallo un hecho.  El enorme oportunismo político de Andrés Pastrana para hacerse elegir con la falsa ilusión de un acuerdo de paz con las Farc gracias a la famosa foto con Victor G. Ricardo y los difuntos criminales Jojoy y Tirofijo,  resulto en que como era previsible, los facinerosos  engañarían por enésima vez al idiota de turno  que  esta vez les había arrodillado medio país. Pero con un efecto colateral; fue tanto lo que cedió Pastrana que sin querer queriendo termino por desenmascarar a los terroristas y los dejo desnudos en su justa proporción, una banda criminal de crueldad insaciable e inmensamente rica gracias al negocio del narcotráfico, de manera que en esta comparación de males, resulto el pastranismo siendo el menor. 

Pero el elefante no había muerto políticamente, estaba agazapado esperando la oportunidad perfecta para acceder nuevamente a las esferas donde se toman las altas decisiones y lo hizo con el siguiente idiota de turno, don Juan Manuel .  Enquistados en el devenir político vemos nuevamente a Juan Mesa, Fernando Carrillo, Humberto de la Calle, Horacio Serpa, Juan Fernando Cristo y el Fiscal Montealegre por nombrar solo algunos samperistas que pareciera, están haciendo todo lo posible para que otra vez el poder político colombiano quede en manos de un cartel del narcotráfico.   El elefante paso de agache.

Hay que oír y leer a Carrillo atacando ferozmente a todo el que exprese dudas sobre La Habana, ver  a Humberto de la Calle negociando el país en esa mesa, a Serpa sonando como futuro embajador en la sucursal del castrismo, a Cristo defendiendo en el congreso el adefesio jurídico para la paz, a Mesa moviendo los galones de mermelada presidencial y mas recientemente a Montealegre diciendo que los angelitos de las Farc no han cometido crímenes de lesa humanidad.

Lo sucedido en Bojaya (Choco) por solo nombrar una de las tantas barbaridades cometidas por las Farc, donde murieron cerca de 119 civiles indefensos encerrados en una Iglesia le parece poco al señor fiscal? Eso, aquí y en China es un crimen de lesa humanidad y quienes lo cometieron están, gracias al Samperismo, ad portas de acceder a la vida política nacional sin asomo de culpa. 

Creo firmemente que la alianza Samper – Santos es un escupitajo en la cara de los millones de victimas de las farc.

Ad: La participación de Presidente, Alcalde Mayor de Bogotá y Fiscal General de la Nación  marchando hombro a hombro con la organización Marcha Patriótica, acusada por el ministro Pinzón de estar financiada por las Farc, seria en un país serio, cuando menos objeto de investigación penal y disciplinaria.

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